Hablemos de 2 tipos de autos: auto italiano donde la función sigue a la forma y auto alemán, donde la forma sigue a la función… Mas despacio, los italianos hacen coches que parecen ser muy rápidos; Y lo son, pero normalmente además del estudio en túnel de viento, tienen espacio para decoraciones extra. Mientras que los alemanes, cada mm de alerón fue estudiado y diseñado exclusivamente para funcionar, no tienen espacio para adornos.
Los dueños de autos, a grandes rasgos, se pueden separar en algo similar. Los que traen estampitas, escape ruidoso y llantas desbalanceadas, y los que se preocupan por el mínimo ruido al bajar la ventana y ya están nuevamente en el taller donde obviamente ya lo conocen por quisquilloso.
Algo que funciona para Ambos, es la idea de “venderles” un auto de carreras. Eso fascina a cualquier conductor. El echo de tener en tu cochera una berlina que puedes llevar a la pista y después a pasear el fin de semana vuelve loco a cualquier amante de los autos. Aunque la mayoría de las veces no es mas que simple y llana mercadotecnia.
Esta técnica ha sido muy utilizada en la industria. Nos remontamos a la segunda guerra mundial, donde Ettore Bugatti, que era un vendedor nato ofrecía el Type 57SC Atlantic, el auto tenía una horrible protuberancia a la mitad. Ettore decía que la carrocería era de magnesio y no se podia soldar, por tanto, llevaba esos horribles remaches que simulaban la columna vertebral del auto…
Claro que la carrocería era de aluminio.
Despues de Ettore Enzo Anselmo, de manera colateral, generó una gran empresa. La pasión de Enzo Ferrari eran las carreras de F1, pero para poder pagarlas necesitaba vender autos. A el nunca le intereso que sus autos se vendieran para la calle, solo que ganaran en pista. Entre sus polémicas frases, está: “Cuando compras un Ferrari, pagas por el motor, el resto del auto yo se lo regalo”.
A finales de los 60s se crea AMG por 2 weyes que fueron mecánicos en la agencia que se salieron y pusieron su taller de alto rendimiento. Pronto llamaron la atención de Mercedes Benz, así que para el 71, lanzan el primer MB AMG. El 300 SL.
Aunque BMW tenía cierta participación en F1 (algunas piezas), no tenía una división especializada. Poco después de la fusión MB-AMG, BMW hace lo propio lanzando a las pistas el 2002. Un auto de 4 cil, 240 hps y 950 kg de peso que rápidamente se destaco en los Rallys. Gracias a los buenos resultados, rápidamente se requería un nuevo producto y aquí se dejaron caer con el 3.0 CSL
Mientras Mercedes Benz veía que hacer con AMG en los 70s, Audi vendía carros culeros y BMW después del 3.0 e9, tenía que entrar a los 80s con toda la mano y así lo hicieron. BMW M1.
Montaba el insuperable 6 en línea icono de la marca, 3.7 lts, 277 hps y llegaba a los 265 kms/hr… No se olviden que hablamos del 80, muchos aun no nacían, otros difícilmente pensarían en manejar a 200 kms/hr.
A mediados de los 80s surgieron circuitos a lo pendejo, el más importante siendo el Rally Grupo B, pero los accidentes fatales iban en aumento, así q fueron poniendo cada vez mas reglas y candados. Por lo que los alemanes decidieron hacer su liga DTM.
El Deutsche Tourenwagen Meisterschaft, avivó la rivalidad de MB y BMW. Aquí llego toda la tecnología que no pudieron implementar en el Grupo B y simplemente de ser un evento automovilístico “local”, ganó seguidores a nivel mundial.
Inicios de los 90s, Audi seguía haciendo autos culeros, a pesar de tener el mejor sistema de tracción en Rallys. No había destacado por “vender” en sus concesionarios algún auto de pista, cosa que sus rivales hacían desde finales de los 70s.
Por fin para 1994 Audi puso en su aparador el RS2, “Renn Sport (RS)” o deporte de carreras para los que no hablan alemán.
RS2, una horrible vagoneta, guayín o como le quieran llamar, con un motor 2.2 lts, 5 cilindros (no mames, ¿Qué es eso?) y 315 hps. Rápidamente “puso” en aprietos al M3 y al C36 AMG. Pero seamos honestos, esta horrible, en ventas la carrera no era parecida a pista y Audi seguía rezagado.
A mediados de los 90s AMG se concentró en hacer su obra maestra y lo logro, el CLK GTR AMG. Una bestia de las pistas, pero al parecer le pusieron tanta galleta que se quedaron sin gas y AMG comenzó a decaer en sus productos.
A finales de los 90s, Audi entendió que tenía que hacer autos “bonitos” y rápidamente se emparejó en ventas con el TT, solo que BMW también cerro con todo los 90s.
Para el 2010, RS ya había echo de las suyas. Tiene su grupo de culto que saben que pueden llegar a cifras cercanas a los 800 hps, con motores “stock”. BMW a pesar de los detalles con la caja SMG siguen siendo un referente en conducción deportiva y AMG se quedo como enormes motores ruidosos, lentos y pesados.
Para el 2019 si te sobra mas o menos 1 MDP puedes comprar un A45 AMG, el hot hatch mas rápido, con un sublime 4 cil 2.0 lts y 360 hps, AWD. Puedes comprar un BMW M4, 6 cil, 3.0 425 hps. Un coupe bastante competitivo, que vuelve a las raíces Motorsport. O si te gusta pintarte el pelo, las uñas y delinearte la ceja, un RS6. Algo así como un “lambo” chimuelo.
Al final cada casa tiene su filosofía y representa algo más que un auto. La historia que cada uno de estos titanes alemanes habla por si misma, estas marcas son tan grandes que no tienen que voltear con los japoneses o americanos para competir, lo hacen entre ellos y cada vuelta a Nürburgring lo hacen mejor. Le quitan segundos y le agregan pasión a la conducción, pero no se trata de llegar a la meta, puesto que constantemente lo hacen, se trata de disfrutar el recorrido, que al final es mas importante que el reloj.
- Fabian Treviño